Hace una semana nos dimos una vuelta alrededor del segundo pico más alto de los Pirineos, el Posets o Llardana. Seguimos una ruta bien conocida y documentada, la Ruta de los 3 Refugios, a la que añadimos una etapa más para disfrutar de los bosques e ibones de altura.
Aunque no tiene ninguna dificultad "técnica" (en castellano "no es necesario escalar ni jugarse la vida más de la cuenta"), por las distancias y desniveles conviene tener un mínimo estado de forma. En algunos pasos es más que recomendable ponerse crampones para no bajar al valle más deprisa de lo que nos gustaría, por lo que añadimos un kilo y medio a nuestra ya pesada mochila. Y siempre la amenaza de que una tormenta convirtiera el camino en un suplicio, aunque nuestras constantes plegarias y sacrificios a los dioses consiguieron que llegáramos secos al final de cada etapa.
Etapa 1: del refugio Viadós al refugio Ángel Orús
Nos bajamos del taxi que nos había traído desde Plan, y nos ponemos a andar por un delicioso camino entre prados alpinos y bosques. Al poco rato, ya estábamos resoplando en la que probablemente fue la subida más dura de toda la ruta: la ascensión al Collado de Eriste (2880 metros; nunca un servidor había llegado tan arriba por sus propios pies). La bajada también tuvo su aquel, aunque con paciencia y tranquilidad llegamos al lujoso refugio de Ángel Orús, desde donde pudimos ver caer rayos, granizo y mucha agua durante unas doce horas seguidas. Calentitos y con un vaso de pacharán.Datos medidos con el GPS:
- Distancia: 10,75 km
- Duración: 6 h 30' [contando paradas]
- Desnivel acumulado: 1225 metros
Etapa 2: del refugio Ángel Orús al refugio de Estós
Sin tener tanto desnivel como la anterior, la larga bajada unida a la mayor distancia, y quizá al cansancio acumulado, hicieron que fuera bastante más sufrida. Hubo que calzarse las sandalias para atravesar un par de arroyos, y los crampones para bajar el Collado de la Plana.Lo más bonito de la etapa, el ibón medio congelado (Ibón de la Plana, cómo no) que dejamos a un lado justo antes de llegar a la mayor elevación.
Datos medidos con el GPS (que va dando preocupantes señales de senectud, el pobre):
- Distancia: 13,1 km
- Duración: 9 h 11'
- Desnivel acumulado: 918 metros
Etapa 3: del refugio de Estós al ibón de Perramó
El objetivo del día era tener un día de descanso en el que admirar las florecitas y los bichos, hacer muchas fotos y sestear, habiendo dejado la mayor parte del peso en el refugio de Estós.Fracaso total: los datos hablan por sí solos.
Eso sí, subimos hasta un hermoso ibón y recorrimos el hermosísimo valle pirenaico de Estós por ambos lados. La excursión desde Benasque hasta el mismo refugio tiene pinta de ser una buena idea para hacer en un día de verano, sin todo el aparataje de subir montañas.
Datos medidos con el GPS:
- Distancia: 17,3 km
- Duración: 9 h 30'
- Desnivel acumulado: 1168 metros
Etapa 4: del refugio de Estós a Plan
La última etapa fue la más larga, por el empeño en bajar andando hasta el pueblo de Plan, donde llega la carretera que nos une con la podrida versión de la civilización que disfrutamos en España. Como siempre, lo primero que toca es subir, esta vez por el valle de Estós hasta el collado de Chistau, observados por unas marmotas de lo más tranquilo. La última parte se hace por un nevero que hace aconsejable colocarse los pinchos en las botas.La bajada hasta el refugio de Viadós es por un sendero de lo más cómodo, nada que ver con los descensos de días pasados, mucho más divertidos (en el sentido de "salta de piedra en piedra con 15 kilos a la espalda"). Desde ahí hasta Plan, más de diez kilómetros de camino por un bosque en el que se ven todos los árboles del catálogo, pero que se hace un pelín largo. Luego, una cena reparadora en Barbastro, punteada por unos bostezos de esos que desencajan las mandíbulas.
Datos medidos con el GPS, y que demuestran que esta fue la etapa más paliza:
- Distancia: 25,7 km
- Duración: 10h 18'
- Desnivel acumulado: 1294 metros