29 de marzo de 2018

La Serrota desde Pradosegar

La Serrota es esa montaña redondita y casi siempre cubierta de nieve que si miras hacia el sur desde Ávila aparece cerrando el valle Amblés por el extremo oeste. Algo así como el monte Fuji de los abulenses. Está separada de las sierras próximas por los puertos de Menga y Villatoro (éste último es un punto estratégico: el camino desde Castilla la Vieja hacia Extremadura), y presenta la máxima altitud de la provincia fuera de Gredos, unos muy respetables 2294 metros. Además de alegrar las vistas, también nos regala el río Adaja, que aunque no suele estar muy sobrado de agua es el que nos ha tocado.

Vista del valle Amblés desde el lienzo sur de la muralla.
La Serrota está a la derecha de la torre de Santiago, cerrando el valle por el oeste.

Sirva esta introducción geográfico-nacionalista para justificar por qué hay que subir la Serrota. También, porque es una bonita caminata y porque desde la cumbre se ve toda la provincia salvo lo que queda al sur de Gredos, y se divisa tanto el Guadarrama al Este como la Sierra de Francia al oeste - no hay como una montaña alta y aislada para verlo todo.
 Mirando hacia el sur desde la cumbre: nubes acumulándose sobre Gredos e invadiendo la plácida provincia por el Puerto del Pico.

Esta ruta parte del "barrio de arriba" de Pradosegar. Un nombre precioso, que compite con el pueblo que está al otro lado de la carretera nacional: Amavida. Debe de ser una comarca de poetas.

La ascensión no presenta ninguna dificultad, todo es suave y sencillo. Pero esos 1040 metros de desnivel pesan lo suyo. En invierno unos crampones serán muy útiles.

El recorrido. Obsérvesen los desesperados zig-zags de la interminable subida.

Perfil de la etapa: subida - paseo por la cumbre - bajada.
Tardamos unas 7 horas en recorrer los 16 km, incluyendo unas 2 horas de parada.