11 de marzo de 2012

Canal Bajo de Madrid

A mediados del siglo XIX, el abastecimiento de agua de la capital de España seguía el modelo medieval: unas cuantas fuentes, unos aguadores repartiendo agua, y todos a hacer cola y a enfermar de la plaga de la temporada. El siempre benemérito Estado, viendo la pinta que tomaba la cosa (huelga decir que fuera de Madrid no miraban mucho), decidió pulirse los millones en construir una buena traída de aguas. Llamaron al proyecto "Canal de Isabel II", por el bicho malo que reinaba por entonces, y hay que decir que algo debieron de hacer bien, porque el agua del grifo está mejor que la mayoría de las aguas minerales. Claro que ahora otro bicho lo quiere privatizar... en fin, no quiero emporcar el blog con esas mierdas.

Un efecto secundario es que dejaron la sierra N y E de Madrid llena de embalses, canales, acueductos, sifones, almenaras y demás obras, que, con el paso de los años y gracias a que son anteriores al hormigón armado, adornan un poquillo el paisaje.

El paseo de hoy está sacado del blog de mi amigo Juande, y está indicado para el típico domingo vago en que no apetece ni madrugar, ni pasar demasiado tiempo en el coche, ni subir grandes cuestas: se ventila en dos horas, se contempla un bonito paisaje, y a casa a comer.

 Foto resumen de la etapa: la tubería doble, que viene del Acueducto de Malacuera y de la lejana sierra. Marzo de 2012.

El recorrido, sencillote, comienza y termina en las afueras de El Espartal, una aldea a unos 45 km de Madrid. El punto de comienzo y final es fácil de encontrar: uno de los acueductos del Canal, construido en 1852. Subimos por una garganta hasta llegar al camino de servicio del Canal del Atazar, seguimos un rato por él hasta el Sifón de Aldehuela, y luego bajamos al lado del Canal Bajo de Madrid, con sus acueductos y tuberías.

Datos medidos con el GPS:
  • Distancia recorrida: 8,54 km
  • Tiempo en movimiento: 1h 40'
  • Tiempo parados: 28' 08''


El recorrido, superpuesto a la foto de satélite de Google Earth. Se puede ver hasta la sombra que hace el acueducto

El perfil tiende hacia la insignificancia: 129 metros de desnivel

Para terminar, un detalle de la tornillería que consigue que llegue un agua tan rica hasta mi grifo...

Marzo de 2012

7 de marzo de 2012

De Arbúcies a Santa Fe del Montseny

Como entrenamiento espiritual antes de iniciar esa penitencia que es el Mobile World Congress, un servidor y su hermano decidieron abandonar su escondite barcelonés y respirar un poco de aire puro.

Una de las muchas ventajas que tiene Barcelona es que está rodeada de sierras, montes y montañas, por lo que no faltan sitios hermosos para pasear. En este caso optamos por una ruta con bastante desnivel pero suave, y siempre por un bosque que iba cambiando de especie dominante: alcornoques, robles, hayas, abetos, con algún castaño y acebo para dar mayor variedad.

Partiendo del pueblo de Arbúcies, en la ladera norte del macizo del Montseny, subimos por un sendero muy bien señalizado con las marcas amarillas y blancas propias de un PR (Pequeño Recorrido), colocadas en estacas que se veían muy nuevas. El sendero llega hasta Santa Fe del Montseny, un grupo de edificios de piedra entre los que se encuentra un antiguo hotel de cazadores. También llega la carretera, por lo que tras varias horas de soledad y silencio uno se encuentra la típica acumulación de domingueros; no preocuparse demasiado, ya que casi todos prefieren seguir una mini-ruta hasta el pantano de Santa Fe, dejando tranquilo el camino de Arbúcies.

Tras zamparnos un par de reconfortantes butifarras, acompañadas de pan amb tomàquet y un vaso de tinto, emprendimos el camino de vuelta, un tranquilo paseo cuesta abajo por un bosque por el que se filtraba un agradable sol de invierno.

Datos medidos con el GPS:

  • Distancia recorrida: 20,17 km
  • Tiempo en movimiento: 4h 51'
  • Tiempo parados: 1h 10'


La ruta, sobre Google Maps. El camino de vuelta es el mismo que el de ida, salvo pérdida de señal o rápido atajo.


Perfil de la etapa: totalmente simétrico, como corresponde. El desnivel es considerable: 960 metros