Esto que vemos aquí es el "balasto electrónico" de una bombilla, construida retorciendo un tubo fluorescente y embutiéndolo en un casquillo (tendría su mérito hacerlo así). Hace dos cosas: aumenta el voltaje de entrada, y, sobre todo, multiplica la frecuencia de la corriente alterna, típicamente hasta los 10.000 Hz, eliminando el parpadeo de los tubos fluorescentes y colocando a la bombilla en una zona tensión/frecuencia de mucho mayor rendimiento luminoso, debido a las propiedades de ionización del gas.
También limita la corriente, por eso de impedir la rápida autodestrucción del aparato.
Balasto electrónico de una lámpara de unos 13 w, de marca blanca de supermercado y probablemente fabricada por minuciosos artesanos orientales. Los cables blancos estaban soldados al casquillo, y los alambres que salen a la derecha son los electrodos de los tubos.
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