No sólo de Photoespaña vive el hombre. Es posible que las mejores exposiciones de fotografía durante este mes de Junio que termina hayan sido dos que ni siquiera estaban incluidas en el festival; mejor no preguntar demasiado, que por el mundo feliz del arte, museos, fundaciones y galerías suelen circular muy malos rollos.
Henri Cartier-Bresson. Fotógrafo.
Fundación "la Caixa". Antiguo Hospital de Santa María la Rica, Alcalá de Henares. Del 29 de mayo al 29 de junio de 2008.
Qué voy a decir aquí del padre del fotoperiodismo, del maestro del instante decisivo, del maestro de la composición precisa, capaz de narrar una aventura en un fotograma. Ver una exposición suya trae pocas sorpresas, pues la mayor parte de sus fotografías ya las hemos encontrado en revistas y libros, pero tener la oportunidad de pasar un par de horas mirando tranquilamente las 130 imágenes de la muestra, una buena recopilación de sus muchos años de fotógrafo, siempre será de agradecer.
Un detalle impresionante: salvo un par de excepciones, las fotografías de Cartier-Bresson muestran el borde del negativo, lo que indica que no ha sido necesario corregir el encuadre recortando la imagen. Teniendo en cuenta el género, fotografía normalmente callejera con sujetos en movimiento, y la calidad del resultado, unas composiciones insuperables, resulta doblemente meritorio.
Acompaño la entrada con mi foto preferida, aunque tras ver tantas memorables, tendré que buscar un buen libro, lo más completo posible.
Derrière la gare Saint-Lazare, París, 1932
Tras un corto viaje en cercanías, nada más salir de la estación de Atocha me encuentro con esto:
Edward Steichen. Una epopeya fotográfica.
Museo Reina Sofía. Del 25 de junio al 22 de septiembre de 2008.
La profecía enunciada al final de mi reseña del libro "Steichen. Una vida dedicada a la fotografía" se ha cumplido. Uno de los museos más importantes de Madrid acoge una gran retrospectiva, que ya ha recorrido otros museos europeos y terminará en Nueva York.
Se trata de una exposición muy ambiciosa, con gran cantidad de material, en gran parte único, pues en la primera etapa Steichen, siempre dado a la experimentación técnica, a menudo utilizaba técnicas no reproducibles -positivando directamente sobre papel de acuarela untado con emulsión fotosensible, por ejemplo.
La muestra hace un recorrido muy completo por la obra de Steichen, muy similar al que leí hace pocos meses en este libro, por lo que encontré pocas sorpresas. Pero poder comprobar personalmente la magia de los paisajes a la luz de la luna, la fuerza del retrato de JP Morgan, o la belleza de Greta Garbo es un motivo más que suficiente para dedicarle unas horas. Dedica más espacio que el libro a la fotografía comercial, algo de agradecer tratándose de un fotógrafo que ponía tanto empeño en sus trabajos artísticos como en los alimenticios: moda, publicidad.
Una cosa muy difícil de reflejar en un libro pero muy bien representada en el museo es la faceta de Steichen como organizador de exposiciones: propaganda bélica durante la Segunda Guerra Mundial, y la famosa "The Family of Man", en la que la obra de arte era casi más el continente que el contenido.
Carl Sandburg and his wife, Lillian (Steichen -hermana del fotógrafo) Sandburg. Como retrato de una pareja, insuperable.
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