Fundación Mapfre. Del 15 de enero al 22 de marzo de 2009.
Web de la exposición.
Hace ya muchos años, era yo tan pardillo como para hacerme socio del Círculo de Lectores. Cada uno o dos meses llegaba un catálogo a casa del que había que elegir uno o dos libros; pasadas las primeras compras, cada vez era más complicado encontrar algo que no hubiera leído toda la familia, que no fuera un bestseller de mierda o que no fuera vetado por alguna razón parecida por alguien de la casa (y eso que solamente éramos cuatro). A veces, había que arriesgarse y lanzarse a lo desconocido; así es como acabamos recibiendo "Elogiemos ahora hombres famosos" (Let us now praise famous men), una excepcional descripción de las condiciones de vida de los aparceros de Alabama en los años 30, escrito por James Agee y acompañado por una serie de fotografías de Walker Evans, unas imágenes difíciles de olvidar.
Al igual que Dorothea Lange y otros, Walker Evans fue uno de los fotógrafos encargados por la Farm Security Administration de documentar las condiciones de vida de la Norteamérica rural. Una de las iniciativas del New Deal de Roosevelt, que además de paliar los efectos de la Gran Depresión nos ha dejado un tesoro en imágenes. Hay que recordar que los encargos del gobierno federal USA pasan automáticamente al dominio público (véase por ejemplo la nota que acompaña al copyright de esta famosísima foto), en lugar de engordar mafias estilo SGAE, como se hace en lugares menos ilustrados con la cultura subvencionada.
Encargo de la Farm Security Administration y descargada de aquí
Pero vamos con la exposición de hoy: a pesar de que son las imágenes más conocidas de Walker Evans, no contiene muchas de "Elogiemos ahora...", sino que se trata más bien de un repaso por toda su larga carrera, desde sus primeros pinitos en el París de los años 20 hasta una serie de Polaroids de los 70. También, imágenes de los rascacielos de Nueva York, de unos pueblos perdidos de Pennsylvania, casas de Chicago (pura estética Jimmy Corrigan), o retratos de la gente en el metro de Nueva York. Desde luego, destaca la etapa en la FSA, muy apropiada para su estilo documental; el resto parece más irregular.
Al tratarse de fotografías de muy pequeño formato, recomiendo aparecer por la exposición cuando esté casi vacía. A las madres imbéciles que van con un bebé aullante sin ocurrírseles sacarlo hasta que se calme, les sugiero un centro comercial, donde además ponen música.
Se puede contemplar una colección de fotografías de Walker Evans en esta página del Metropolitan. En la Biblioteca del Congreso (USA, el nuestro no tiene una mierda) tienen como 660 fotos de Walker Evans, esta es la página de búsqueda.
2 comentarios:
"A las madres imbéciles que van con un bebé aullante sin ocurrírseles sacarlo hasta que se calme, les sugiero un centro comercial, donde además ponen música."
Como padre de familia y asiduo, por desgracia ya no tanto, a exposiciones me ha dolido este comentario. Bastante duro es tener que recurrir a los centros comerciales, de los que he renegado toda mi vida hasta ser padre, como para encima tener que soportar el desprecio de quienes te miran mal porque al bebé le da por llorar cuando estás viendo esa exposición a la que te has animado a ir, pese a la aventura que supone usar el transporte público con niños + carrito de bebé. Lo que tenían que hacer es darnos un premio por seguir intentando mantener y alimentar nuestras inquietudes artísticas.
Suelo ver dos comportamientos tipo distintos (recuerda, son exposiciones gratuitas en las que se puede entrar y salir a voluntad):
- Salir brevemente hasta que la criatura se calme. Volver a entrar.
¿Es tan difícil?
- Aguantar, estropeando la experiencia para todos.
Publicar un comentario