Museo Thyssen-Bornemisza. Del 12 de junio al 16 de septiembre de 2012. Web de la exposición.
Afirmaciones:
- Hopper está demasiado visto.
- No es cool, todo el mundo conoce al menos un par de cuadros.
- Es un tema favorito de columnista de periódico en su día flojo.
- Los extorsionantes ¡diez euracos! de la entrada.
- El historial delictivo del Thyssen en cuanto a exposiciones-timo muy anunciadas y muy caras, pero que sólo tienen cuatro obras del artista gancho y algo de morralla para hacer bulto (otro ejemplo: la de Rafael en el Prado. Ahórrensela. De nada).
A pesar de todo lo expuesto arriba, recomiendo visitar la exposición. Hay una buena cantidad de obras, entre ellas varias de las más famosas, y nada como estar delante de las pinturas como para apreciar cómo logra transmitir desolación aunque utilice una iluminación tan brillante y horizontal, yo diría que nórdica. La sensación de que el espacio siempre puede a los personajes es brutal, sobre todo en las composiciones del teatro vacío con sólo dos o tres espectadores.
Apartment Houses, 1923. Me encanta el punto de vista elegido para este cuadro, que hace parecer los pisos como jaulas o cajas de zapatos donde se afanan sus habitantes. Como de costumbre, la reproducción no le hace justicia.
En cuanto al salvaje precio de la entrada, qué le vamos a hacer. Sean listos y no compren nada en la tienda (40 euros por un catálogo, vamos hombre, ni que estuviéramos en el año 2006), o mejor aún, hagan como nuestros queridos próceres y róbenlo.
1 comentario:
Hopper era un mirón, hasta para eso hay que tener talento
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