La ruta "normal" para llegar hasta la Cueva del Cobre, una fría y enorme gruta donde se supone que nace el río Pisuerga, parte de Santa María de Redondo, está bien señalizada y tiene unos 400 m de desnivel. Nosotros llegamos desde el lado contrario, el oeste, dando antes un amplio pero hermoso rodeo.
Se parte de un enorme refugio abandonado llamado "El Golobar", en la cota 1800, y tras una subida sin ninguna dificultad llegamos al pico Valdecebollas (2143 m). A partir de ahí, hay que buscarse la vida, bajando hasta un collado en el que giraremos hacia el norte. Por suerte, no hay casi maleza, y cuando la cosa se va poniendo complicada, aparecen unas roderas que se convierten en camino, el cual nos lleva al Pisuerga, en aquel lugar arroyuelo saltarín, ideal para comer con los pies en remojo.
Remontamos el río hasta su nacimiento en la Cueva del Cobre, siguiendo una senda que se une a la oficial, un sendero PR [Pequeño Recorrido] que termina a la entrada de la cueva. A partir de ahí, cuando el regreso se convierte en un cómodo paseo cuesta abajo para los del PR, para nosotros se convierte en un penadero cuesta arriba a través de una maleza que muerde y araña, aunque a partir de las lagunas del Sel de la Fuente pudimos seguir una serie de hitos bastante más útiles que este libro. Desde las lagunas seguimos subiendo hasta topar con una cerca espinosa que separa Castilla de Cantabria; siguiéndola, volvemos a la base del Valdecebollas y de ahí al punto de partida.
Aunque tiene cierta exigencia física por el desnivel, es un paseo de lo más agradable que combina montaña, bosque y hasta una cueva, con vistas a distintas vertientes: muy recomendable. No hace falta escalar ni hacer nada raro.
Datos medidos con el GPS:
- Distancia recorrida: 15,7 km
- Tiempo en movimiento: 4h 44'
- Tiempo parados: 3h 03'
- Desnivel acumulado: 1103 m
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